Es muy habitual que en alguna conversación entre amigos o compañeros de trabajo acabe surgiendo el delicado tema de grabar conversaciones telefónicas, ya sea porque alguien se ha visto en la tesitura de tener que grabar una conversación que tenía pinta de acabar en despido o porque sabía que iba a darse una situación complicada y necesitaba disponer de pruebas que respaldaran su versión.
Sea como sea la situación, parece que arrastramos cierta vergüenza en confesarlo fuera de nuestros círculos de máxima confianza, ya siempre nos queda esa duda de si es legal grabar llamadas, conversaciones o incluso vídeos. Es decir, si ese material tendría validez ante un tribunal para apoyar nuestra historia.
En Protection Report siempre te recomendamos informarte bien antes de realizar ninguna acción por lo que, en el artículo de hoy, vamos a abordar 4 puntos que no debes perder de vista a la hora de plantearte si se puede grabar a una persona sin su consentimiento.
1. ¿Se puede grabar una conversación?
Según el artículo 18.3 de la Constitución española, que versa sobre el secreto de las comunicaciones, “se admite la vulneración del derecho no sólo cuando se accede a lo comunicado, sino también cuando se conoce con quién o con qué número se comunica, e incluso la duración de la comunicación”. Es decir, en principio, estamos violando el derecho a la intimidad no solo cuando se sabe de qué se está hablando, sino cuando se desvela la identidad de nuestro interlocutor, su número de teléfono y la duración de esa llamada.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que pueden darse dos casuísticas diferentes que impactan de manera decisiva en la legalidad de nuestra grabación:
- Que estemos grabando una conversación en la que no participamos directamente
- Que grabemos una conversación en la que nosotros mismos tomemos parte
En el primer caso, podemos estar cometiendo un delito, precisamente por las razones que enumera el artículo de la Constitución que acabamos de enumerar.
Por el contrario, en el segundo escenario, la grabación sí tendría validez porque nosotros mismos seríamos uno de los interlocutores.
2. ¿Cuál es la pena por grabar vídeo sin consentimiento?
Es evidente que, dada la rápida evolución de la tecnología en los últimos años, resulta más fácil que nunca disponer de un teléfono móvil con cámara y, por tanto, grabar vídeos para redes sociales, compartirlos entre nuestros contactos o incluso intentar recabar pruebas cuando lo sentimos necesario.
¡Cuántas veces habremos visto en las noticias esos casos escabrosos en los que circulan libremente por Internet difamando o violando la intimidad de las personas!
Y es que no es lo mismo grabar a alguien por accidente, sin ninguna intención específica, que grabar a otras personas que no son ni siquiera conscientes de tu presencia.
En lo que respecta a los menores en concreto, dejamos muy claro que no es legal grabarlos, salvo con medios y por motivos de video vigilancia.
En el fondo, cuando nos planteamos la legalidad de la grabación en vídeo, nos enfrentamos a un caso similar al de la grabación de voz. Si eres miembro partícipe de ese vídeo, por lo general sí tendrá validez legal; pero ten mucho cuidado en la otra situación, porque podrías estar vulnerando el derecho a la intimidad de las otras personas.
De cualquier manera, si resultas ser la víctima de este delito, te recomendamos que presentes una denuncia de inmediato ante la Policía. La pena por grabar vídeo sin consentimiento aplica también a la toma de fotografías: según la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, “el que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”.
¿Cómo funciona un grabador de conversaciones telefónicas?
Para grabar conversaciones telefónicas puedes comprobar en primer lugar si tu dispositivo móvil o Smartphone dispone de alguna aplicación que te permita hacerlo. En caso negativo, existen varias opciones en el mercado que puedes valorar, de las que destacamos 3:
Call Recorder
Se trata de una aplicación muy conocida y popular para Android que te permite grabar llamadas teléfonicas y almacenarlas. Algunos usuarios reportan diferentes fallos pero, en general, tiene una puntuación de 3,4 sobre 5 y más de 100 millones de descargas.
Graba llamadas – Cube ACR
Con más de 10 millones de descargas y una puntuación de 4,1 sobre 5, los usuarios demuestran encontrarse muy satisfechos con su uso. Además, la empresa responde a las reseñas sobre el producto; factor importante, teniendo en cuenta que casi nadie lo hace.
Grabadora de llamadas
Esta app tiene menos descargas (más de 5 millones) pero mantiene una nada desdeñable nota media: 4,2 sobre 5. Parece que, en principio, ha desaparecido la publicidad y se escuchan muy bien las llamadas.
¿Es legal grabar conversaciones en el trabajo?
Aquí nos adentramos en el delicado terreno laboral, pero la normativa es muy clara y, tal y como mencionamos en apartados anteriores, no se puede grabar una conversación en la que no se esté tomando parte.
Resulta muy frustrante ser víctima de un acoso laboral continuado o no poder demostrar tu inocencia ante una situación injusta. No te preocupes porque sí tendría validez legal esa grabación si formas parte de la conversación, te encuentras en la oficina en el momento de la grabación y os encontréis hablando de temas laborales.
Es importante que sepas que existen matices, excepciones y diferentes interpretaciones. En este artículo te hemos ofrecido unas claves generales para que tengas unas nociones iniciales sobre si es legal grabar una conversación. De cualquier manera, como siempre, en Protection Report estamos a tu disposición si tienes una situación más compleja o tienes dudas sobre cómo manejarla.
No lo dudes, ponte en manos de profesionales cualificados con una amplia experiencia en el campo de la protección de datos y avanza en la dirección correcta.